Estos cuatro sesgos principales se asocian con un amplio repertorio de emociones intensas y negativas, que dan lugar a un comportamiento poco ajustado a la situación que los encadena. Si se consigue identificarlos se podrá empezar a frenar al diáemblem interno negativo.
Estoy seguro de que alguna vez has tenido esta experiencia: algo sale mal y de inmediato comienzas a autoflagelarte, aunque sea lo último que necesitas en ese momento.
Entre los sesgos cognitivos que influyen en nuestra forma de interpretar la realidad y, por lo tanto, pueden provocar un diábrand interno negativo están:
catastrófico (en un estudio, los investigadores registraron las predicciones negativas de todos los participantes sobre su futuro; el 90% de las cuales nunca se hicieron realidad);
yo soy/yo no soy…» Por ejemplo, si piensas que eres fracasado, afirma entonces «yo soy fracasado»
Pero si no son suficientes, recurro a mis asesores emocionales, personas de mi pink que son bastante hábiles para empatizar conmigo y aconsejarme“.
En cambio, un pensamiento no razonable se basa en suposiciones no demostrables, se expresa de forma dramática y exagerada y produce emociones tan intensas que interfieren en nuestra check here capacidad de resolución de problemas.
Las experiencias vividas tienen bastante importancia. Es habitual que juzguemos nuestra valía, capacidades y lo bien o mal que creemos que algo va a salir en base a lo que ya hemos vivido.
El diásymbol interno negativo es como una tormenta silenciosa que se gesta en nuestra mente, erosionando poco a poco nuestro bienestar emocional. Es esa voz crítica que nos susurra constantemente palabras de autodesprecio y duda, minando nuestra confianza y autoestima.
Cambiar el diálogo interno negativo por uno más compasivo, realista y constructivo puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental y bienestar individual.
El diáemblem interno es el constante flujo de pensamientos y diálogos que tenemos con nosotros mismos a lo largo del día. Cuando este diáemblem se vuelve predominantemente negativo, puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental y bienestar general.
Al repetir afirmaciones como "Soy capaz", "Merezco lo mejor" o "Estoy en el camino correcto", comenzamos a internalizar estas creencias, sustituyendo gradualmente las voces negativas por un diábrand más alentador y proactivo.
Sé amable y alentador contigo mismo. Si un pensamiento negativo ocupa tu mente, evalúalo en forma racional y responde con afirmaciones de lo que está bien sobre ti mismo. Piensa en las cosas por las que estás agradecido en tu vida.
Decir que “deberías” hacer algo. Piensas en todas las cosas que crees que deberías hacer y te echas la culpa por no hacerlas.